Hermanos:
Vivimos cerca de los niños y los jóvenes, & especialmente los más desatendidos, siendo hermanos para ellos. Y buscamos construir el Reino de Dios viviendo en comunidades sencillas y fraternas.
Maristas:
Tomamos nuestro nombre de María. Ella es Nuestra Buena Madre y nuestra Compañera de camino. Y como ella queremos dar a conocer a Jesús y el gran amor que tiene para cada uno.
En Misión:
Nos dedicamos a la evangelización de los niños y jóvenes a través de la educación en escuelas, obras populares y misiones. Fundados por San Marcelino Champagnat, en 1817, hoy estamos presentes en 80 países.
Laicado Marista:
Los laicos que están en relación con los Hermanos se sitúan, desde sus opciones y situaciones personales, de muy diferentes modos ante el carisma marista. Todos ellos ayudan a multiplicar la tarea y la misión de los hermanos, sin necesidad de sentirse “laicos maristas”.
Laico Marista:
Un laico(a) llega a ser Marista cuando se compromete y asume el modelo de María. Es aquella persona que siente que Dios le llama a vivir el carisma de Champagnat desde su estado de vida laical.
Es una “vocación”: respuesta de la persona a la experiencia de Dios en la propia vida, que le sitúa en “un lugar en el mundo”.
Tiene la conciencia de que Dios lo(la) quiere en esa comunidad eclesial, con esa forma de vida, en esa misión.